viernes, 16 de abril de 2010

Suerte


Y mirando una vez de nuevo a mi pasado

En todo mi cuerpo invadiendo una enorme y profunda desazón

Un dulce tiento de un amargo licor que me roba la razón

Ahogando suspiros al creer que de mi vida estoy completamente avergonzado


Que fácil sería poder vivir entonces sin corazón

Dejar atrás todos esos sentimientos marchitos

Esconderlos en un sitio cual desterrado proscrito

Y poder armarme en mi denso y profundo caparazón


Es qué acaso a esta clase de vida estoy maldito?

A ser una y otra vez de nuevo abandonado?

Deseando que alguna vez fuera estrangulado o ahogado

Para evitar ese perverso destino que siempre repito


Hay entonces acaso alguna clase de escapatoria?

Será entonces mi única salida el que acabe en el ataúd?

Entre mis dedos se escapa con cada copa mi salud

Lo cual hace que cada vez sienta una penetrante y mayor fobia


Veintiséis clavos ardientes me crucifican durante tanto tiempo ya

Tantos años pendientes esperando alguna clase de amar

Dejando escapar únicamente mis sentimientos en un papel que nunca me responderá

Sintiendo que quizá encuentre más calma, paz y remanso en el más allá


Encontrar el consuelo esperado en la muerte

Que esta vida me ha dejado a esa suerte

1 comentario:

  1. Siempre nos decimos que ni una sola vez más, que nunca más... y seguimos cayendo y cayendo. Debería haber alguien por ahí observándonos y divirtiéndose de lo lindo. ¿De qué sirve la experiencia cuando luego no se aprende? Y lo mejor de todo es la plena consciencia de que seguiremos cayendo en cuanto de nuevo se presente la encrucijada.

    ResponderEliminar