
Y mirando una vez de nuevo a mi pasado
En todo mi cuerpo invadiendo una enorme y profunda desazón
Un dulce tiento de un amargo licor que me roba la razón
Ahogando suspiros al creer que de mi vida estoy completamente avergonzado
Que fácil sería poder vivir entonces sin corazón
Dejar atrás todos esos sentimientos marchitos
Esconderlos en un sitio cual desterrado proscrito
Y poder armarme en mi denso y profundo caparazón
Es qué acaso a esta clase de vida estoy maldito?
A ser una y otra vez de nuevo abandonado?
Deseando que alguna vez fuera estrangulado o ahogado
Para evitar ese perverso destino que siempre repito
Hay entonces acaso alguna clase de escapatoria?
Será entonces mi única salida el que acabe en el ataúd?
Entre mis dedos se escapa con cada copa mi salud
Lo cual hace que cada vez sienta una penetrante y mayor fobia
Veintiséis clavos ardientes me crucifican durante tanto tiempo ya
Tantos años pendientes esperando alguna clase de amar
Dejando escapar únicamente mis sentimientos en un papel que nunca me responderá
Sintiendo que quizá encuentre más calma, paz y remanso en el más allá
Encontrar el consuelo esperado en la muerte
Que esta vida me ha dejado a esa suerte
Siempre nos decimos que ni una sola vez más, que nunca más... y seguimos cayendo y cayendo. Debería haber alguien por ahí observándonos y divirtiéndose de lo lindo. ¿De qué sirve la experiencia cuando luego no se aprende? Y lo mejor de todo es la plena consciencia de que seguiremos cayendo en cuanto de nuevo se presente la encrucijada.
ResponderEliminar