
Lo que daría mi ánima en pena
Por librarse del tormento que la envenena
Vendiendo mi alma al oscuro sin dudar
Quemando al completo la ciudad
Entrégome el orbe a merced
A cualquier divinidad, Dios o Lucifer
Por un instante gozar
De algo que acabe con esta soledad
Recorriendo de noche las calles
Sin que algo interesante yo halle
Por un instante lograse
Una caricia que por mi cabello pase
Por un instante así, un segundo
Algo que me haga sentir vivo en este mundo
Por un instante vivir, no pido demasiado
Simplemente un momento que me sienta amado
Por un poco de piedad
Que me confirme de verdad
Por un instante, que soy humano
Y no ese monstruo que yo mismo he creado
Por un poco de cariño de amante
Por un instante… un instante
Sintiéndome joven, un niño
Algo que le de sabor a la vida, un leve aliño
Por un puto instante que no se arruinase
Con un “lo siento, me arrepentí”
O un “quizá no pueda tener algo serio, es así”
Por un jodido instante semejante que el planeta se acabase
Me muero por ese jodido instante,
Pero siento que estoy siendo aplastado
Por el destino, ese inevitable gigante
Emito suspiros quedos por ese sino malvado
Que por desgracia me ha tocado,
Que me impide y me impedirá vivir ese instante
Sintiendo ese hado predeterminado.
Que me roba la fe, razón, corazón, amabilidad y talante
No, no estoy siendo demasiado crudo,
Tengo la sensación de que no viviré ese instante.
Vivir es algo demasiado duro
Y ya no puedo dejar de ser tan tajante:
Nunca tendré ese instante
Se escribe con la secreta esperanza de que los instantes se concatenen alguna vez en la dimensión de lo real siguiendo la justicia poética de la literatura. Todo es una continua zozobra para tratar de alcanzar ese instante, pero... ¿qué pasaría si lo alcanzáramos? ¿para qué seguir viviendo entonces?
ResponderEliminar