La noche calmada y sombría, la luna estaba
creciente aun, pero lo suficiente como para iluminar los lentos y calmados pasos en aquellas callejuelas del reino.
Una mirada fugaz se levanto del suelo, los ojos
verdes escrutaron los cruces y desvíos, recordando con frialdad la dirección del lugar que le dio la
"encantadora señorita". No fue difícil dar con el sitio, su vana
decoración exterior ennegrecida y
desgastada con el tiempo encajaban a lo que tenia en mente.
Intento recordar como era aquel entonces...
"antiguamente... recuerda" y lentamente una sonrisa falsa asomo en su
rostro, sus manos adquirieron vida a la hora de sostener el picaporte de la
puerta y pasar adentro... el lugar estaba desolado, tan solo había siete
personas contando con el tabernero, dos de ellas pudo comprobar perfectamente a
como charlaban que solo estaban de
paso... lo que dejaba a cinco sospechosos contando con el tabernero...
Su sonrisa falsa además rebosaba admiración al
ver a 3 tipos con pintas de asesinos... no tuvo que ver ningún aura ni alma...
tan solo su comportamiento casi idéntico al de cainita lo confirmo... los otros
dos parecían discutir mientras le miraban de reojo, los cabecillas?.. daba
igual... fuesen quienes fuesen, el negocio de ellos no le agradaba nada al
sujeto, que lentamente se acerco hasta uno de los matones... que hacia de papel
de tabernero en esa falso negocio.
"Salut monsieur..." dijo según llego a
la barra del lugar apoyándose un poco en esta por el peso que portaba
"podríais llamar a vuestro señor?.. quiero hablar de asuntos serios"
Dijo al final sacando una bolsa con unas pocas monedas dentro chocando y sonando
al apoyarla sobre la barra. La idea no parecía mala... pero el aspecto
harapiento y de ermitaño del sujeto hacia oler algo podrido, y no era su ropa
precisamente lo que olía mal. El tabernero marcho con una sonrisa bastante
falsa, calida pero con mirada fría. Este simplemente se limito a sonreír
mirándole, esperando la llegada del supuesto jefe...
"Señor, aquí no hacemos negocios, solo
suministramos copas... quiere una copa? invita la casa señor" Dijo con una
sonrisa calida y mirada atenta, pero este se negó moviendo la cabeza de un lado
a otro. Obviamente sabia que algo olía mal, según fue recoger la bolsa con las
monedas y alzo la vista de nuevo vio como este le clavaba de lleno una daga en
el abdomen retorciéndola, por suerte para el no llego a incidir en el corazón,
pero la herida es dolorosa, tan solo le mira perplejo, asombrado de tal acción
y se desploma, comenzando a caer un pequeño reguero de sangre que cesa...
rápidamente.
rápidamente dos de los matones depositan el
cadáver detrás de la barra sin que se entere la pareja de borrachos que
merodean por el lugar, cerrando el establecimiento mientras vigilan el cadáver,
con los ojos abiertos como platos pues se quedo con la mirada de asombro, la
boca algo abierta como si exhalase su suspiro final, una vez echa el cerrojo el
tabernero se vuelve mirándoles, apartando la vista estos del cadáver... que de
repente ahora sonríe con la misma mirada
Los matones recibe la orden de dejarlo de nuevo
sobre el suelo, donde hay unas mantas depositadas, según todos vuelven
la vista ninguno se da cuenta del engaño excepto
uno... "-Oye, estaba sonriendo? -No lo se, pero que importa? -Eso
-seguro que es algo postmortem" llevándolo
hasta donde las mantas ya es tarde... mira fijamente al que le apuñalo... Es
algo frió pues hasta ahora asusta que un cadáver mantenga la mirada a su
asesino... usa sus dones... haciéndole oír sonidos intentando dejarle en Shock.
un momento mediante su culpabilidad.
Efectivamente le deja algo asustado como para
poder ganar algo de iniciativa. El ser desclava la daga, en un momento mana
algo de sangre por un momento pero este reguero cesa dejándole sin ninguna
herida. Armado con la daga de su presunto asesino salta sobre este mismo,
derrumbándole al suelo y cosiéndole a puñaladas, bebiendo y saciándose en su
sangre, su recién adquirida vitae es administrada ahora para poder encaramase
con el resto de los que quedan, el otro cabeza y los tres matones que están
ahora mismo casi en Shock., pero reaccionan como cualquiera haria,
desenvainando sus espadas bastardas.
Sin su arma pues se la robaron mientras fingía
su muerte esquivar las estocadas era una proeza inlograble... Sufriendo
diversos cortes y puñaladas en su cuerpo, aun así cuando logra estar al alcance
con la daga de filo alargado, comenzando
una serie de ataques para desviar los filos de su radio de acción y
asestando puñaladas en los huecos que había creado, no es que estén muertos...
pero están heridos... el vampiro sonríe de nuevo y a pesar del dolor se coloca
normal y lentamente comienza a mostrar como las heridas que había sufrido va
cerrándose... una a una dejando a estos boqui abiertos.
"Yo puedo recuperarme... vosotros..."
dice manteniendo la sonrisa y una vez esta algo mejor reanuda su ataque al por
el herido, su desmoralización sicológica da resultado, están asustados...
mucho... los ataques del vampiro son continuados mientras los otros dos se
alejan poco a poco, evitando y huyendo del combate. Remata a su oponente
clavando la daga en su corazón y bebe de la herida al desprender el filo de la
carne muerta, girando su cabeza como una bestia y mirando a los matones con
fiereza e ira. Caminando hacia ellos, uno en guardia y otro probando las llaves
que robaron del cadáver del tabernero, con un pulso tembloroso metiendo a duras
penas una a una las llaves, según abre la puerta los matones se dan
cuenta de que el vampiro llego sobrenaturalmente
rápido... sin saber que hacer el que se mantiene en guardia recibe un zarpazo
de sus garras en su rostro... arrancando un poco de carne, los gritos de dolor
se escuchan mientras su compañero cae de cuelo y sale huyendo del sitio...
asustado... corre como lo haría cualquiera con sentido común... rápido sin
saber donde se va... eligiendo sitios al azar y concurridos.
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