miércoles, 12 de febrero de 2014

Sino aciago



La calma volverá a su efigie
el día de su funeral, 
pero en vida ya estaba muerto, 
Nadie lo supo atisbar. 

Cuando llegue ese momento 

no se escuchará ningún lamento, 
quizá tronen las campanas, 
pero nadie asistirá. 

Que será solo otro día, 

la tierra no dejará de girar, 
solo otro gusano inmundo, 
del que nadie se acordará.


<<"Cuando mis pálidos restos 

oprima la tierra ya, 
sobre la olvidada fosa, 
¿quién vendrá a llorar?">> (G.A. Bécquer, rima LXI)

No hay comentarios:

Publicar un comentario