I
Dando la batalla
por pérdida
Sin rumbo y sin
ilusión,
Ave abatida por la
flecha de un traidor
Confundida, cae en
el vacío, presa del dolor.
Cuan alto ha sido
el precio
Que ha pagado el
necio,
Por tirar piedras
contra su tejado
Insensible, ido,
enajenado y encolerizado
Perfecta
combinación
Para perder lo que
más ha amado.
II
Daño por sus
errores e insensibilidad.
Sus palabras
fueron un instrumento letal,
Por eso nena,
dime, ¿merece la pena?
Tiene fuego en las
venas,
Le puede la ira,
la soberbia y la vanidad.
Por eso nena,
dime, ¿merece la pena?
Viscerales son sus
entregos,
Tanto en lo serio
como en los juegos,
Por eso nena,
dime, ¿merece la pena?
Solo tú en él has
podido encontrar
Algo de provecho
para volverte a fallar.
Por eso nena,
dime, ¿realmente merece la pena?
III
De cada día, de
pequeñas cosas,
Resucitar esa rosa
muerta,
Verla volar como
la más hermosa mariposa,
Verme como antaño
al abrir la puerta.
No es tarea
sencilla, es postergada,
Pero mayor motivo
por ganar esta cruzada.
Y conseguir el
mayor galardón:
Poder curar tu
corazón.
Que son eso, solo
palabras,
Pero cierto es que
también es mi espada
Mi alma y mi
razón, espejo del amor
Que proceso por
tan bella flor.
IV
Pagar cualquier
fortuna por tu sonrisa.
Y para sacarte de
la oscuridad,
Me tomaría la
eternidad,
Contigo no hay
ninguna prisa.
Derribar tejados,
derrocar los gobiernos,
Remover cielo y
tierra,
Por devolver el
calor
A tu corazón de
invierno.
No hay crimen más
horrendo
Que el que he
cometido,
Pero no conocía un
amor tan intenso
Hasta que te he
conocido.
V
Te imagino en mi
mente que
Nadando cual
elegante cisne.
Levantas una
mirada firme
Hasta lo más alto
del horizonte
Una luna de
sangre,
En la que se
recorta lejos, en la lejanía
Una figura que
alborota a toda una jauría,
Lejos de la mano
del hombre.
Gozando de la
melancolía que destila,
Pareciendo sin duda
Sacado de un poema
de Machado,
Se queda mi musa a
dormir tras haberse marchado
Y a veces se
marcha sin irse,
Se marcha a su
mundo, lejos de aquí.
No la culpo tras
lo que hice,
Esperando que al
menos allí sea feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario