miércoles, 12 de febrero de 2014

Lucía



Lucía candente inocencia por la mañana,
Lucía al atardecer un leve rubor y placidez,
Lucía de noche su belleza a través del porche.
Y Lucía envidia la luna por su piel blanca como las dunas

Ojos verdes resplandecientes como las esmeraldas,
Coronados por su rubia cabellera, doradas guirnaldas.
Voz angelical que a todo mortal embelesa,
Anhelada por la chusma como por la realeza.

Dónde vas Lucía, que por solitarias calles,
Te arriesgas a que un malhechor te halle.
Presurosa camina a su hogar para volver,
Sin sospecha alguna que la haga temer.

Entonces Lucía al observar terror en su mirar,
Lucía al querer gritar, intentando forcejear.
Lucía atónita al sentir su beso en la carótida
Lucía al sentir que su vida dejaba de existir.


Lucía en el campo, Lucía en las calles, y ahora nos luce en su funeral

No hay comentarios:

Publicar un comentario