sábado, 28 de junio de 2014

En el ocaso de la vida

Una mente que zozobra 
una ilusión por ahogar, 
y cual espina clavada 
Sangrando se va; 

Labios que se agrietan 
privados de felicidad, 
Y no le tiembla el pulso 
para volverse a embotar; 

Ponzoña que ahoga al sueño 
arrastra y hunde para olvidar, 
duele, pasa, se ignora... 
Hasta empezar a zozobrar; 

Y en esos momentos horrorosos 
Suspiro, a punto de hallar, 
El recuerdo más bello,
y también el más letal; 

“eso soy yo, que al acaso 
cruzo el mundo sin pensar 
de dónde vengo ni a dónde 
mis pasos me llevarán.” (Gustavo Adolfo Becquer, Rima II)

No hay comentarios:

Publicar un comentario