martes, 22 de junio de 2010

Ángel con cara de demonio o demonio con cara de ángel


Un paraíso compuesto de solo oscuridad
Perfecto lugar para poderte olvidar
Un vacío que no se puede llenar
sin el contacto de su piel
Un destierro obligado para su bien
Un grito ahogado que nunca llegara al Edén

Y gritaras su nombre pero no llegara
Ahora estas sola rosa del mar
Y maldecirás como se fue
Y odiaras cualquier cosa de él

Un fuego que no se podrá apagar
Calienta pero quema ahora en soledad
Un recuerdo escapado en lagrimas
Que nada apagara
Un hastío odio fingido, un miedo al perdonar
Fuiste ángel, ahora un demonio
Que es mejor olvidar.

Reflejo


Odiar me permite olvidarte, dejándome llevar por la carne,

Ya olvidé hace tiempo el privilegio de que alguien me ame,

Deseos de una compañía que mis males calme,

Anhelos que solo logran que me enfade,

Que me hacen recordar que soy nada, buscándote en cada rincón...

Invisible a mi visión cuál hada. Tortuosa misión el olvidar a la esperanza,

Más dolorosa sensación el recordar tu cara,

Logrando caer de nuevo en las redes de mis recuerdos,

Sintiéndome más vivo de noche,

De noche como cuando pude conocerte.

Que te olvidé me pide la gente,

Sin ser conscientes de que olvidarte significa la muerte…

El fin de mis sentimientos, de toda esa suerte,

Que te olvide dicen los pocos amigos que conservo,

Sin darse cuenta de que piden algo imposible para mi cuerpo,


Algo imposible para el corazón,

Algo impensable para mi mente carente de razón,

Como poder desterrar los recuerdos

De aquella que me hizo sentir de nuevo un humano

Que abrió mi corazón acercando a mi alma su mano

Cómo puedo olvidar semejante personalidad?

Acaso no saben estas personas lo que es la humanidad?

Acaso no conocen que esas ideas he de rechazar?

Me siento un estúpido, un alma errante sobre el púlpito

A la espera de que se baje el telón que llamamos vida

Quizá para tenerme ahorrar el dolor que nos da cada acometida

Y me llamará "pesimista", pero diría si soportase lo que ha observado mi vista

Por lo que así sigo… esperando un ruego y un autentico… "te quiero"

Araña




He caminado por muchos reinos y he visto muchas caras
Y sé que en ninguno ni la fe ni ningún dios lo ampara
He visto la depravación oculta en una máscara de satén
He viajado, me he aislado para no sentirla en mi piel.
Tu sonrisa vacía no me afecta
Tus prisas por sentimientos te revela

Fingías ser mosca araña mía
Fingías mientras la impaciencia te corrompía
Tu misma sed te acaba por perder
Ahora solas tejes un destino
Un destino que no quieres ni ver

el horror

Cómo describir todo lo que me haces sentir.


Copa número uno de absenta. Así al pensar en tu rostro no sentiré dolor

Tengo miedo de abrir mi corazón, nadie me advirtió lo doloroso que es vivir

Nadie me había contado que el hecho de tener sentimientos me dejase tan tocado

Una dolorosa puñalada que roba la razón una princesa con cara de hada

Un profundo horror… que ahora noche tras noche olvido con alcohol.


Copa número dos de absenta. Si sentir todo esto representa

Sería mejor que volviese a mi caparazón, erigir una enorme muralla

Y sé lo que me contaras con tu voz. Que soy un cobarde, un canalla

Que mis promesas no valen nada… pero estoy seguro que tampoco imaginas cómo esto me pesa

Que su rostro no abandona mi cabeza, tu… ni el horror de que tus labios no volveré a besar


Copa número tres de absenta. Experimento en mis carnes las palabras de Wilde

Observan mis ojos el horror de este pesar. viendo las cosas tal y como son… la verdad

Que lo pasado, pasado está y no se podrá recuperar. Es este el precio de haber tenido que amar?

Si lo hubiera sabido antes no lo hubiera experimentado jamás. De nuevo, llámame cobarde

Pero es que mi pecho arde, no es la bebida… es un sentimiento, una acometida

Un punzante arrepentimiento… es esto entonces de veras la vida?

Maldigo entonces a los dioses… por entregarme este dolor


Copa número cuatro de absenta? De verás he sido capaz de tomarme todo este licor?

Nunca había sido capaz de beber tanto alcohol… quizá es una panacea que endulza mi rencor

Deseando entregarme en los brazos del hermano de Morfeo, entregando mi alma cual trofeo

Entregando mi cordura, entregando únicamente a la muerte toda mi pasión

Ya que cuentan que a su amante no rechaza tal y como lo hizo en el pasado vos

Llámame imbécil, llámame idiota, diga lo que me diga no arreglara mi alma rota

Llámame señor del averno, llámame vampiro… pues esos apodos arrancan un doloroso suspiro

Llámame gran persona, llámame amigo… haga lo que haga siento que vacilo

Siento que ya nada merece la pena, que el amor es en realidad algo que me envenena

Y sobre todo… siento de corazón… siento haberte conocido.

jueves, 17 de junio de 2010

Nadie que ama puede ser un monstruo


Lo último que quiero es perderte, pero si no puedo hacer que te des cuenta de cuanto me amas en realidad solo puedo hacer esto -Fue lo que dijo Joan antes de ver como el pecho de Gabrielle era atravesado por una gran estaca de madera, y para peor, era él quien empuñaba la estaca-

Joan comenzó a recordar su vida antes de conocer a Gabrielle, era burda, sencilla y carecía de importancia. Por supuesto, había cosas de valor para él, su familia, algunos amigos, novias casuales, pero cuando conoció a Gabrielle todo esto cambio.

La había conocido por casualidad, y por un momento Joan sonrió al pensar que el azar dominaba tanto las vidas de todos, fue en una clase de Filosofía, durante la noche. Gabrielle era bella, pero lo que le llamo más la atención fue como se complementaban, ahora que lo pensaba soñaba ingenuo, pero eran almas gemelas. Se conocieron, salieron varias veces, y eventualmente ella compartió su secreto, y Joan se volvió su ghoul.

No es amor -le aseguró aquel hombre sombrío, sentado en la plaza- Se llama vínculo de sangre, y todos lo hemos sufrido créeme -El hombre era un indómito, o a si se llamaba, eran criados sin señores, seguidores sin un líder, y beatos sin fe, solo un impulso que los unía a todos. Y Joan les creyó-

-Pasaron algunos minutos mientras los indómitos llegaban para ayudarle- El vínculo todavía es fuerte en ti, apresúrate y ponte las esposas que te di, aléjate de ella y asegúrate de que no puedas ayudarla -Dijo la voz en el teléfono. Joan se encadenó al radiador, alejado de su domitor, todavía sentía remordimientos, pero él no iba a ser la marioneta de nadie-

La puerta de la habitación se abrió, tres de ellos entraron, y mientras Joan gritaba la desangraron, y luego uno de ellos terminó con la vampiresa. En el instante que su domitor y amante se convertía en una pila de cenizas, Joan enmudeció.

Deja que el vínculo se vaya, eres libre mi amigo -Dijo uno de los indómitos. Joan estuvo inmóvil por unos momentos, mientras todo su mundo se derrumbaba- Has estado viviendo una mentira, pero no te sientas avergonzado, todos lo hicimos, y nos hemos liberado.

Ella era lo único que tenía en mi vida, mi amor, mi felicidad, mi mundo… -Murmuró Joan mientras comenzaba a sentarse en el suelo, con la cabeza gacha.-

Lo sé, pero una vez que el vínculo desaparezca te darás cuenta que lo que sentías era falso. He vivido entre vampiros mucho tiempo, y la que te tenía bajo su hechizo era de una familia especializada en encantar a sus presas -Le dijo el indómito, abriendo las esposas y ayudando a Joan a incorporarse, él había pasado por lo mismo hace ya 30 años, y sabía exactamente como se sentía-

No podemos quedarnos aquí mucho tiempo, alguien tuvo que escuchar mis gritos -Dijo Joan-. En eso tienes razón amigo mío, será mejor que dejemos la ciudad, ella tenía algunas conexiones importantes que podrían causarnos problemas.

Los indómitos salieron del edificio, algunos pensando en lo que perdieron, otros en lo que ganaron, y uno de ellos en lo que se convirtieron. Subieron a Joan al auto y se alejaron del edificio, condujeron durante un rato hasta llegar cerca de la universidad.

Por ahora estamos seguros, pero vamos a dejar la ciudad esta misma noche, ¿hay algo que debas hacer antes? -Le pregunto uno a Joan, quien había permanecido en silencio todo el camino-

No -Fue la respuesta de Joan, quien fallo en encontrar algo más en que pensar aparte de lo que había hecho. Por otro lado, el encanto de Gabrielle todavía no había dejado su sistema como los indómitos habían predicho-

Denle al chico algo de tiempo, vamos por Ernest y nos largamos definitivamente. Chicago no tiene nada más que ofrecernos.

Joan se quedo solo, sentado cerca de la Universidad. "Alguna noche iremos juntos a la Universidad, conocerás a un Antiguo muy importante de la ciudad. Es un aficionado a los debates, y creo que vas a caerle muy bien" le dijo Gabrielle una noche de luna menguante en la que Joan le había preguntado por los demás vampiros.

El recuerdo de lo que había hecho no se iba. Cada vez más Joan sentía el frío que recorría su espalda, ese frío de soledad, desesperanza y descontento que había conocido tan bien cuando recordaba que Gabrielle estaba muerta, y él vivo. Comenzó a pensar sobre sus nuevos amigos. Eran monstruos, todos ellos eran adictos sedientos por su nueva dosis, y no se detendrían. Debía escapar.

"Si alguna vez me sucede algo ve con Mac, solo puedes confiar en él. El fue el que me convirtió. Habrá otros que intentarán hablar contigo, escapa de ellos. Son la autoridad mezquina, el puño de hierro y el policía corrupto de la sociedad nocturna, y solo querrán un chivo expiatorio para los pecados que cometen".

Solo quedaba huir, iría con Mac y luego se iría de la ciudad. No podría engañarlo por mucho. Ese fue el plan que se formó en la mente de la joven ghoul y se fue en busca de un taxi, y mientras caminaba recordó lo qué le dijo su domitor cuando tuvieron su primera pelea: "Los monstruos no merecen ser amados"-A lo que ella respondió-"Nadie que ama puede ser un monstruo" -Que equivocada estaba…-